Una rama de la avicultura es la cría de “Aves Exóticas”. En muchos países, como los Estados Unidos, sólo se mantienen en jaulas y aviarios aves que no son oriundas del país, aves exóticas o aves no autóctonas. Estas son aves tal y como las encontramos en la naturaleza que se han logrado adaptar a una vida de cautiverio.
Usualmente son aves muy atractivas, siendo muy apreciadas aquellas de colores llamativos. Aunque ya en las colecciones más avanzadas el colorido, que nunca deja de ser deseado, pasa a ser una preferencia secundaria. El poder crear un linaje de alguna especie que no ha sido establecida en cautiverio es uno de los retos más estimados por los criadores avanzados.
Muy común en las aves exóticas son los pinzones, capuchinos, viuditas, verderones y otros pajaritos similares. Las palomas, cotorras y faisanes también son favoritos de los avicultores con un poco más de espacio. Para aquellos con más experiencia, bueno prácticamente cualquier especie, un vecino nuestro tiene ñandúes grandes en el patio de su casa. Entre las colecciones de aves ornamentales encontramos un buen número de patos, cisnes y gansos que son aves exóticas; y por supuesto, el muy popular pavo real que ya se encuentra semidomesticado, al menos aquellos de color blanco y los arlequines demuestran la preferencia humana a la sobre vivencia en la naturaleza.
Los canarios amarillos, rojos, o cualquier otro color, que son tan populares, no los consideramos aves exóticas. Estos canarios no existen en la naturaleza. Son razas creadas por la interferencia de los seres humanos. A estas razas les llamamos domesticadas. La carolina, en las cacatúas y el periquito común, o periquito australiano, que venden en las pajarerías también son aves domesticadas, aunque no tan alteradas como los canarios. Aunque todos provienen de aves que fueron salvajes, ya son razas que demuestran ciertas diferencias con aquellos que permanecen en estado salvaje.
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